A partir del 1 de julio de 2025, tras su ratificación en junio de 2024, el Reino Unido se convierte oficialmente en parte contratante del 2019 Convenio de La Haya sobre Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Extranjeras en Materia Civil o Mercantil.
Esto marca un hito clave en el panorama jurídico británico posterior al Brexit, ya que refuerza la cooperación transfronteriza y simplifica la ejecución de las resoluciones judiciales entre el Reino Unido, la UE y otros Estados signatarios.
¿Qué es el Convenio de La Haya sobre sentencias?
El Convenio de La Haya de 2019 establece un marco jurídico uniforme para el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales civiles y mercantiles en todos los países miembros. Elimina la necesidad de volver a litigar los casos en jurisdicciones extranjeras, permitiendo que las sentencias dictadas en un país se ejecuten en otro mediante un proceso de registro simplificado.
Esto es especialmente importante para las empresas dedicadas al comercio y los contratos internacionales, donde es esencial una ejecución rápida y fiable de las resoluciones judiciales.
Principales ventajas para las partes comerciales
En la actualidad, las empresas británicas se enfrentan a retrasos y a una mayor complejidad a la hora de ejecutar resoluciones judiciales en el extranjero. El Convenio aborda esta cuestión ofreciendo un enfoque más claro y coherente, que contribuye a reducir los costes jurídicos, la incertidumbre y la duplicación de procedimientos.
Seguridad jurídica y eficacia
El Convenio proporciona a las empresas y consumidores británicos una mayor confianza en que las resoluciones judiciales del Reino Unido serán reconocidas y ejecutadas en otros Estados contratantes, y viceversa. Esta previsibilidad fomenta el comercio, la inversión y la resolución de litigios transfronterizos.
Superar la brecha en la aplicación de la legislación tras el Brexit
Desde que abandonó la UE, el Reino Unido ya no forma parte de la Reglamento refundido de Bruselas y Convención de Luganoque anteriormente facilitaba la ejecución en toda la UE y los Estados de la AELC. El Convenio de La Haya de 2019 llena gran parte de este vacío, aunque no regula la atribución de competencias.
Apoyo a la resolución de litigios comerciales
El nuevo Convenio complementa la Convenio de La Haya de 2005 sobre acuerdos de elección de foroampliando la protección de la ejecución a los acuerdos de jurisdicción no exclusiva. Esto refuerza el atractivo del Reino Unido como foro para resolver litigios internacionales.
Ahorro de tiempo y dinero
Especialmente beneficioso para PYMESe espera que el Convenio reduzca las costas judiciales y los retrasos en la ejecución de sentencias extranjeras, mejore el acceso a la justicia y facilite el cobro de deudas en transacciones transfronterizas.
Retos y limitaciones
Alcance limitado y exclusiones
El Convenio sólo se aplica a asuntos civiles y mercantiles específicos. Excluye ámbitos como el Derecho de familia y determinadas demandas por daños personales, lo que significa que algunos casos seguirán requiriendo mecanismos de ejecución tradicionales.
Preocupaciones en torno a las normas judiciales
El reconocimiento de sentencias de países con menor transparencia o imparcialidad judicial plantea posibles problemas. El gobierno del Reino Unido ha declarado que supervisará activamente a los nuevos miembros que se adhieran al Convenio y podrá emitir declaraciones para restringir la ejecución cuando sea necesario.
No hay normas sobre atribución de competencias
El Convenio no determina qué tribunales de un país deben conocer de un litigio. Las cuestiones de jurisdicción seguirán resolviéndose con arreglo a las leyes nacionales u otros acuerdos internacionales.
Conclusión
La adhesión del Reino Unido al Convenio de La Haya sobre sentencias de 2019 es un gran avance en el restablecimiento de la cooperación jurídica internacional tras el Brexit. Introduce un sistema más claro y eficiente para la ejecución transfronteriza de sentencias civiles y mercantiles, lo que beneficia a las empresas, los consumidores y el sector jurídico en general del Reino Unido.
Aunque persisten algunas limitaciones -como las exclusiones en el ámbito de aplicación y la preocupación por la imparcialidad en determinadas jurisdicciones- se espera que el Convenio refuerce la posición del Reino Unido como sede preferente para la resolución de litigios y promueva un comercio y unas inversiones mundiales más fluidos.
Si necesita asistencia en relación con la ejecución de una sentencia extranjera en el Reino Unido o una sentencia fuera del Reino Unido, póngase en contacto con el socio Jonathan Chan en J.Chan@rfblegal.co.uk.